El reconocimiento de que cuanto se opone a esta verdad es ilusorio, es una nueva
conciencia, y no una acción. La liberación de un hombre no está en modo alguno relacionada con sus acciones; porque las acciones son útiles en cuanto nos dan a conocer nuestra completa incapacidad para emanciparnos por nosotros mismos de la existencia condicionada. Transpuesta esta etapa, las acciones son más bien impedimentos que auxilios. Quienes obran obedeciendo a los divinos mandamientos y saben que la facultad de obrar así es un don de Dios y no peculiar atributo de la conciencia personal del hombre, se libran de la necesidad de la acción. Entonces la verdad llena el purificado corazón y se percibe la identidad con Dios.
H.P. Blavatsky . Ocultismo Practico .