Los niños me cuentan que han visto en las aldeas ciertos fenómenos sobrenaturales, como las
apariciones, y me dicen que tienen miedo de los fantasmas, de los espíritus y esas cosas. También hacen preguntas acerca de la muerte. ¿Qué debe uno responder a todo esto? A su debido tiempo investigaremos qué es la muerte. Pero ya lo ven, el miedo es algo extraordinario. A ustedes, niños, sus padres, las personas mayores, les han hablado acerca de los fantasmas de otro modo, probablemente no verían fantasmas. Alguien les ha hablado de las apariciones. Ustedes son demasiado jóvenes para saber acerca de estas cosas. No es la propia experiencia de ustedes, es sólo el reflejo de lo que las personas mayores les han contado. Y ellas han leído meramente al respecto en algún libro y piensan que lo han entendido. Eso trae a colación una pregunta muy diferente: ¿Existe una experiencia que no esté contaminada por el pasado. Si una experiencia está contaminada por el pasado, es meramente una continuidad de éste y, por lo tanto, no es una experiencia original. Lo importante es que aquellos de ustedes que tratan con los niños, no les impongan a éstos las propias falsedades, las propias nociones acerca de los fantasmas, las propias ideas y experiencias particulares. Esta es una cosa muy difícil de evitar, porque las personas mayores hablan muchísimo acerca de estas cosas no esenciales que carecen de importancia en la vida; y así, poco a poco, comunican a los niños las propias ansiedades y supersticiones, los propios temores, y los niños repiten naturalmente lo que han oído. Es fundamental que las personas mayores, que generalmente nada saben de estas cosas por sí mismas, no hablen de ellas delante de los niños, y que en lugar de eso ayuden a crear una atmósfera en la que los niños puedan crecer en libertad y sin miedo.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .