Las personas son, en su mayoría, desdichadas; y lo son porque no hay amor en

sus corazones. El amor surge en nuestro corazón cuando no hay una barrera entre uno mismo y otro, cuando nos enfrentamos a las personas y las observamos sin juzgarlas, cuando vemos el velero en el río y disfrutamos de su belleza. No dejen que sus prejuicios les empañen la observación de las cosas tal como son; sólo observen, y descubrirán que, gracias a esta simple observación, a esta percepción de los árboles, de los pájaros, de la gente que trabaja, que camina, que sonríe, algo sucede dentro de ustedes. Si esta cosa extraordinaria no nos ocurre, si no surge el amor en nuestros corazones, la vida tiene muy poco sentido; y por eso es tan importante que el educador se eduque a fin de que pueda ayudarlos a comprender la significación de todas estas cosas.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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