Ahora bien, fíjate bien en la afirmación: «YO SOY la puerta abierta que ningún

hombre puede cerrar». Si tú pudieras realizarlo, tienes la llave que te permite atravesar el velo de la carne, y llevando contigo toda la conciencia imperfecta que hayas acumulado, la puedes transmutar, o elevarla a esa perfección a la cual has entrado.

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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