El sabio comprende que la verdad tiene muchas fases, y que ni un hombre ni

una casta pueden conocerla en su conjunto. El sabe que casi no importa en qué asunto las opiniones puedan ser diversas, y por consiguiente dos personas, cuyo punto de vista es opuesto, pueden, sin embargo, tener en su creencia una parte de verdad y de razón; sabe también que la mayor parte de los asuntos que los hombres discuten no valen la pena de serlo, y que os que hablan más alto y con más seguridad son los que saben menos. El que se dedique al estudio del ocultismo evitará el caer en este error; siempre presto a contestar si se le pregunta, rehusará perder el tiempo y le energía en discusiones estériles para todos. Otra manera de perder la fuerza es ocasionada por la mala costumbre de atormentarse. Muchas personas prevén constantemente el mal para ellos y para los que aman; el temor a la muerte y de lo que la sigue, el temor de una ruina financiera, el temor de perder la posición social, les turba sin cesar: una fuerza enorme se pierde de esta manera que no es ni ventajosa ni aprovechada.

C. W. Leadbeater . El Pensamiento su Poder Y Su Empleo .

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