¿Encontráis difícil hacer una pregunta correcta? ¿O queréis hacer una pregunta? ¿Veis la diferencia? A
nosotros no nos interesa hacer una pregunta justa, ¿verdad? Fui yo quien dijo que sólo una pregunta correcta recibe una respuesta correcta. Seguramente, os interesa presentar un problema que tenéis; por eso que no os interesa para nada lo relativo a una ‘pregunta correcta’. Pero si queréis comprender vuestro propio problema, entonces tenéis que averiguar qué es realmente el problema; y la investigación misma de lo que efectivamente es vuestro problema, traerá la pregunta correcta, ¿comprendéis? No es que tengáis que hacer una pregunta correcta. No podéis, no sabéis. Pero si el problema es intenso, si ha sido estudiado, entonces no podéis menos que hacer la pregunta justa. Por lo general no estudiamos el problema, no lo miramos de cerca; rozamos su superficie, y desde la superficie hacemos una pregunta. Y la pregunta superficial sólo traerá una respuesta superficial. Y la respuesta superficial es todo lo que queremos saber. Si sentimos temor, preguntamos: ‘¿cómo voy a librarme del temor?’ Si no tenemos dinero, preguntamos: ‘¿cómo voy a conseguir mejor empleo o tener éxito?’ Pero si comenzáis a investigar todo el problema del éxito, tras del que va todo ser humano, y si entráis en ello, si descubrís lo que significa, por qué existe esta ansia, por qué existe este miedo de no tener éxito y espero que penetremos en esto- entonces, en el proceso mismo de entrar en ello, forzosamente haréis la pregunta correcta.
Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .