Por esto la educación, orientándose hacia las facultades innatas del niño, debe arraigar el hábito
de la firme y sostenida concentración de la atención. Pasemos ahora a la división “sin forma” del plano mental, a esa región que es la verdadera patria del hombre a través del ciclo de sus reencarnaciones. En ella nace el alma incipiente, el Ego niño, individualidad embrionaria en el momento en que comienza su evolución humana propiamente dicha.
Annie Besant . La sabiduría antigua .