El pensador piensa sus pensamientos por obra del hábito, de la repetición de la imitación,
lo cual genera ignorancia y dolor. No es un hábito la irreflexión? La percepción alerta crea orden pero jamás crea hábito. Las tendencias arraigadas no hacen sino originar irreflexión. ¿Por qué es uno irreflexivo? Por que reflexionar es penoso, crea perturbaciones, genera oposición, puede ocasionar que las acciones de uno vayan en contra del patrón establecido. Pensar y sentir de un modo amplio, tornarse lúcidamente consciente de las cosas, sin opción ni preferencia alguna, puede llevarnos a profundidades desconocidas, y la mente se rebela contra lo desconocido; por eso se mueve de lo conocido a lo conocido, de hábito en hábito, de patrón en patrón. Una mente así jamás abandona lo conocido para descubrir lo desconocido. Al advertir las dificultades del pensar reflexivo, el pensador se vuelve irreflexivo a causa de la imitación y el hábito; temiendo pensar, crea patrones de irreflexión. Como el pensador es temeroso, sus acciones nacen de ese temor, y entonces, al ver sus acciones, trata de cambiarlas. El pensador siente miedo de sus propias creaciones; pero la acción es el actor, de modo que el pensador tiene miedo de sí mismo. El pensador es el miedo; es la causa de la ignorancia, del dolor. El pensador puede dividirse en muchas categorías de pensamiento, pero el pensamiento sigue siendo el pensador. El pensador y sus esfuerzos por ser, por devenir, son las verdaderas causas de conflicto y confusión.
Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .