¿Qué es lo que puede pasar si se penetra en el hombre interior y espiritual

y se reflexiona en los peligros que lo amenazan y que son incomparablemente más terribles que los que puede temer por parte de los hombres y de los desórdenes del mundo? Entonces es cuando siente la necesidad de que su espíritu lo arroje al desierto, es decir, de rectificar en sí todas las deformidades que la torpeza de los hombres y sus propios desvarios han sembrado en su ser, para que, cuando se haya liberado por completo de este régimen ilusorio, pueda dedicarse de lleno al combate del espíritu, que no empieza aquí abajo para los que se han dedicado al torrente, porque están arrastrados lejos del desierto y no saben ni siquiera que hay que reñir una batalla. ¡Además, se ve en este artículo cuántos hombres pasan sus días con toda tranquilidad!.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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