A los ojos del hombre particular, la antigua alianza es la imagen del hombre viejo

retenido bajo el yugo del tiempo y de sus imperiosos ministros. La segunda alianza es el hombre nuevo, este alma Divina en su pureza, que es la única en la que podría apoyarse el reparador para hacer su entrada en Jerusalén. ¡Qué arrobamiento habría también en todas las regiones del hombre nuevo, cuando el reparador y él se encontrasen juntos en estas relaciones mutuas que no deberíamos haber perdido de vista jamás!.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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