Por tanto, si no hemos disipado nuestras tinieblas materiales, para encontrar al hombre, y nuestras

tinieblas espirituales, para encontrar a Dios, ¿cómo podemos notar efectivamente que se cumple en nosotros esta verdad, cómo podemos sentir de nuevo que Dios engendra nuestra alma, cómo podemos conocer ese sabbat que no se encuentra nada más que en Dios, cómo podremos ver que aparece en nosotros el hombre nuevo, cómo podemos ver que se levanta en nosotros ese edificio y ese templo imperecedero, en el que debe arder eternamente el fuego sagrado y en el que no deben dejar de inmolarse víctimas, para manifestación de la gloria y el poder de Dios, que sólo puede ser conocido y honrado por medio de los que son santos?.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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