Cuando existe este sencillo, claro observar y escuchar, entonces hay percepción alerta a todo uno

percibe el color de esas flores, rojas, amarillas, blancas, el color de las hojas primaverales con sus tallos tan tiernos, tan delicados; hay percepción del cielo, de la tierra y de esas personas que pasan cerca de uno. Han estado parloteando por todo ese largo camino, sin mirar en ningún momento los árboles, las flores, el cielo y los magníficos cerros. Ni siquiera se dan cuenta de lo que pasa alrededor de ellas. Hablan mucho del ambiente, de cómo debemos proteger la naturaleza, etc., pero no parecen advertir la belleza y el silencio de los cerros y la dignidad de un viejo y maravilloso árbol. Ni siquiera se dan cuenta de sus propios pensamientos, de sus propias reacciones, ni del modo en que caminan, ni de las ropas que visten.

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

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