La circulación de la luz es un término inclusivo. Cuanto más avanza el trabajo, más

florece la Flor Dorada. Pero hay un tipo de circulación aún más maravilloso. Hasta ahora hemos hablado de la circulación de la luz que tú puedes hacer, que tú puedes dirigir, practicar. Pero hay un tipo de circulación aún más maravilloso. Que no necesita ser practicado, sucede por sí mismo. Es un don, una gracia. Cuando has satisfecho los dos primeros pasos, llega el Maestro. Cuando has satisfecho los dos pasos superiores segundos, llega Dios. Y el quinto secreto, el secreto de los secretos, es que ahora las cosas comienzan a suceder por sí solas. No necesitas hacer nada. De hecho, si haces algo será un obstáculo. Ahora todo es espontáneo, por sí mismo. El Tao ha tomado posesión de ti... o llámalo Dios: ¡estás poseído! Has desaparecido por completo. Ahora solo Dios está en ti. Igual que Dios florece en las flores y los árboles. Dios florecerá en ti en la Flor Dorada. Ahora depende de Él, ahora no es de tu incumbencia. Ahora es Su voluntad; tu voluntad ya ha hecho su trabajo. En los dos primeros pasos, era necesaria una gran voluntad. En los dos pasos segundos, era necesaria una entrega voluntaria. Y después de que han acabado los cuatro pasos, no es necesaria la voluntad, y tampoco es necesaria la entrega. Recuerda, la entrega es también solamente para dejar la voluntad. En los dos primeros pasos cultivas la voluntad, en los dos pasos segundos tienes que desechar la voluntad: eso es la entrega, y cuando se ha desechado la voluntad por medio de la entrega, el secreto supremo de los secretos es que no hay ni voluntad ni entrega. De nuevo, la voluntad es el hombre, la entrega es la mujer; al cruzar el cuarto, has cruzado el hombre y la mujer: la voluntad ha desaparecido, la entrega también ha desaparecido. Ahora ya no estás ahí. No se te puede encontrar en ninguna parte. No hay nadie, nada, el nirvana, y ahora el Tao cumple su propio trabajo. De la misma manera que llega la primavera y florecen los árboles y llegan las lluvias y las nubes se acumulan y llega la mañana y sale el sol, y por la noche el cielo está lleno de estrellas..., todo continúa sin ningún esfuerzo en ninguna parte. El sol no está haciendo ningún esfuerzo para salir por la mañana, ni las estrellas forcejean para brillar por la noche, ni las rosas tienen que hacer un gran esfuerzo para florecer. Tienes que volverte parte de la naturaleza suprema.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

Índice