Ramakrishna solía decir: Un ciego fue invitado por sus amigos. Le prepararon kheer, una exquisitez

hecha con leche. Al ciego le encantó el kheer y preguntó: «¿Qué es exactamente? ¿Y qué aspecto tiene?» Sentado a su lado había un gran filósofo, y tal como los filósofos son propensos a hacer —no pueden perder una oportunidad de enseñar, de filosofar—, inmediatamente empezó a decirle al ciego cómo se hacía el kheer, el aspecto que tenía. Y cuando dijo: «Es blanco puro», el ciego dijo: «¡Espera! Esa palabra no tiene ningún sentido para mí. ¿Qué quieres decir con "blanco puro"? ¿Serías tan amable de explicármelo?» Y tal como son los filósofos, sin ver siquiera que el hombre estaba ciego, empezó a explicar lo que era blanco puro. Dijo: «¿Has visto cisnes blancos, grullas blancas? Sí, es como una grulla puramente blanca, o un cisne blanco, o una flor blanca.» «¿Una grulla?», dijo el pobre ciego. «Lo estás haciendo cada vez más misterioso. No entiendo lo que es "blanco". Ahora surge el problema: ¿Qué es esta grulla? Nunca la he visto.» Y el filósofo seguía sin darse cuenta de que este hombre no podía ver, de manera que todo lo que dijera iba a ser irrelevante. Y empezó a explicar lo que era una grulla blanca. Y entonces inventó una estratagema: le dio la mano al ciego y le dijo que la tocara. Y dijo: «Mira, de la manera en que está doblada mi mano, así es el cuello de la grulla.» Y el ciego se rió alegremente y estaba muy contento, y le dio las gracias de todo corazón y dijo: «Ahora comprendo lo que es el kheer... ¿como una mano doblada? Ahora lo comprendo. Te estoy muy agradecido.» Entonces el filósofo se dio cuenta de lo que había hecho.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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