Un autor moderno dice al hablar de los gimnósofos: “Les honra sobremanera el celo con
que educaban a los jóvenes en la virtud, despertando en sus corazones generosos sentimientos; y sus máximas y pláticas, transmitidas por los historiadores, demuestran lo muy versados que estaban en filosofía, astronomía, religión y moral. Mantuviéronse dignamente independientes de la soberanía temporal de los príncipes más poderosos, cuyo favor jamás solicitaban ni tampoco iban a lisonjearles con visitas de adulación, y cuando el príncipe necesitaba de sus oraciones o de consejos, no tenía más remedio que ir en persona a consultarles o enviar mensajeros en su busca. Conocían las propiedades útiles de minerales y plantas, pues estaban familiarizados con los secretos de la naturaleza, y tanto la fisiología como la psicología eran para ellos libros abiertos en que libaban la ciencia mágica llamada entonces machagiotia.
H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .