Un hindú mira el mundo de forma diferente a un cristiano. Un hindú puede adorar
a un árbol y el cristiano pensará: «¡Qué tontería! ¿Adorar a un árbol?» El cristiano pensará: «Hay que hacer que este hombre vuelva a sus cabales, hay que convertirle. Este hombre es un pagano. Hay que esforzarse para traerle a la religión verdadera. Este hombre es primitivo», porque el cristiano tiene una educación diferente, un condicionamiento diferente. Pregúntale al hindú: tiene una mentalidad diferente. Dice: «Toda la existencia es divina. El árbol también es divino. Y no es cuestión de lo que estés adorando, la cuestión es que estés adorando. Da igual lo que adores.» Y el hindú dirá: «Tú sigues adorando un cruz muerta, hecha de madera, y yo estoy adorando un árbol vivo, ¿y piensas que soy tonto? ¿Quién es tonto? El árbol está vivo y la vida está fluyendo, y el árbol es verde y el árbol está florecido. Dios está fluyendo en él como jugo verde. Tu cruz está muerta. Es mejor adorar el árbol», dirá el hindú, «que adorar la cruz». El hindú adora a Krishna, que baila y toca la flauta, y el cristiano no puede creerlo, porque el mundo está sufriendo: «¿Y cómo puede este hombre ser tan cruel y tocar la flauta? El mundo necesita ser redimido ¡y él está bailando con chicas! ¿Qué está haciendo? ¿Qué tipo de religión es ésta?» Tiene el condicionamiento de que el hombre de Dios tiene que morir por el mundo; para que el mundo pueda ser redimido, el hombre de Dios tiene que convertirse en un sacrificio, tiene que ser un mártir..., no un cantante, no un músico, no un bailarín, sino un mártir. Un hindú tiene un condicionamiento diferente: piensa que si Jesús es crucificado, entonces debe estar sufriendo por el mal karma de su vida pasada; de lo contrario, ¿por qué iba a ser crucificado? La crucifixión no es algo bueno. Significa que debió haber cometido cosas malas en su vida pasada, porque «cosechas lo que siembras». «No puede ser el hombre de Dios. Si es el hombre de Dios, entonces la crucifixión es simplemente imposible.» Tienen una visión diferente y un condicionamiento diferente: el hombre de Dios tiene que cantar la canción de Dios, la canción celestial, el Bhagavad Gita. Tiene que bailar y cantar en alabanza de Dios. El mundo no necesita ser redimido, el mundo solo tiene que ser iluminado, ayudado: para reír, para amar, para ser.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .