¿Cómo aprendió usted todo aquello de que habla, y cómo podemos nosotros llegar a conocer

eso? Es una buena pregunta, ¿no? Bien, si se me permite hablar un poco acerca de mí mismo, yo no he leído ninguna clase de libros que traten de estas cosas, ni los Upanishads ni el Bhagavad Gita ni libros psicológicos; pero, tal como les dije, si uno observa su propia mente, ahí está todo. Así, una vez que emprendemos el viaje del conocimiento propio, los libros no son importantes. Es como penetrar en una tierra extraña donde comenzamos a encontrar cosas nuevas y a hacer descubrimientos asombrosos; pero vea, todo eso se destruye si nos damos importancia a nosotros mismos. En el momento en que decimos: “He descubierto, sé, soy importante porque he dado con esto y con aquello”, estamos perdidos. Si usted ha de emprender un largo viaje, es muy poco lo que tiene que llevar consigo; si desea escalar hasta una gran altura, ha de viajar con poco equipaje. Por lo tanto, esta cuestión es realmente importante, porque el descubrimiento y la compresión llegan a través del conocimiento propio, llegan observando los comportamientos de la mente. Observando lo que opinamos de nuestro prójimo, el modo en que hablamos, en que caminamos, en que miramos el cielo, los pájaros, en que tratamos a la gente, en que cortamos una rama todas estas cosas son importantes, porque actúan como espejos en que vemos lo que somos; y, si estamos alertas, todo lo que descubrimos de instante en instante es nuevo.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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