La rueda de la buena ley se mueve rápidamente. Muele de noche y

de día. Separa del dorado grano la despreciable cascarilla, y de la harina los desechos. La mano del Karma guía la rueda, y sus vueltas marcan los latidos del corazón kármico.

H.P. Blavatsky . La voz del silencio .

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