Supongo y tengo la esperanza de que salimos rápida¬mente de la etapa atómica y que
nuestra esfera de influen¬cia e interés no está limitada por un muro atómico, sino que nos estamos haciendo radiactivos, utilizando un término fa¬miliar. Cuando así sea, no estaremos circunscritos ni limita¬dos por nuestros propios cascarones ni por los estrechos con¬fines de nuestra vida personal, contrariamente comenzare¬mos a irradiar y hacer contacto con otros átomos, llegando así a la segunda etapa, la de atracción.
Alice A. Bailey . La Conciencia del Átomo .