Para el materialista, el Universo material es un enigma insoluble, porque se obstina en querer

explicarlo en términos del plano que vive. Éste no puede hacerse en ninguna esfera de pensamiento, cualquiera que ella fuere. Dios no puede ser explicado en términos de su propio plano, sino solamente en relación al Gran Todo. Los Iniciados han mantenido siempre que los cuatro elementos de los antiguos son explicados gracias a un quinto, el Éter; porque es una máxima de la filosofía oculta que cuatro estados de la materia visible tienen siempre su raíz en un quinto invisible. Los Cuatro Mundos de los Cabalistas, por ejemplo tienen su raíz detrás de los Velos del Inmanifestado. Podemos llegar a alguna comprensión de la naturaleza de los cuatro poniendo un quinto término, el Inmanifestado, y asignándole ciertos atributos tomados de los cuatro términos manifestados y supuestos esenciales en la Causa Primera. De esa manera encontramos en Yesod, el quinto término no manifestado de los cuatro elementos de Malkuth, el fuego de los antiguos, que corresponde a los estados sólido, liquido y gaseoso de la materia. Por tanto, Yesod debe ser concebido como el receptáculo de las emanaciones de los otros Sephiroth, tal como lo enseñan los cabalistas, y como el único e inmediato transmisor de esas emanaciones para Malkuth, el plano físico. Como dice el Texto Yetzirático, la función de Yesod es la de purificar estas emanaciones probarlas y corregirlas; de consiguiente, es en la Esfera de Yesod donde tienen lugar las operaciones destinadas a corregir la Esfera de la materia densa, o a disponer de alguna manera de su unidad de dibujo. Por tanto, Yesod' es la Esfera esencial para toda la magia cuyo efecto deba producirse en el plano físico.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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