De modo que él negó a Dios porque puedes dudar de El. Muchos han dudado
y nadie ha sido capaz de resolver sus dudas. El siguió negando. Todo aquello de lo que podía dudar, todo aquello susceptible de ser puesto en duda, él lo negaba. Continuamente durante años estuvo sumido en un caos interior. Entonces se dio de bruces con un punto del que no podía dudar: no podía negarse a sí mismo; eso era imposible. No puedes afirmar, "Yo no existo". Si dices eso, al decirlo demuestras que existes. De modo que ésta fue la piedra fundamental: "No puedo negarme a mí mismo; no puedo decir que no existo. ¿Quién lo dirá? Incluso para dudarlo, "yo" soy necesario.
Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .