Sentado, después de bajar los párpados, uno usa los ojos para establecer una plomada y
luego desvía la luz hacia abajo. Pero si la trasposición hacia abajo no tiene éxito, entonces se dirige el corazón para que escuche la respiración. Uno no debería ser capaz de oír con el oído la entrada y la salida de la respiración. Lo que oyes es que no tiene tono. En cuanto tiene tono, la respiración es agitada y superficial, y no penetra en lo abierto. Entonces hay que hacer que el corazón se vuelva ligero e insignificante. Cuanto más se libera, menos se vuelve; cuanto menos es, más calmado. De pronto se calma tanto que se para. Entonces se manifiesta la verdadera respiración y llega a la consciencia la forma del corazón. Si el corazón es ligero, la respiración es ligera, porque cada movimiento del corazón afecta a la energía de la respiración. Si la respiración es ligera, el corazón es ligero, porque cada movimiento de la energía de la respiración afecta al corazón. Para estabilizar el corazón, hay que comenzar ocupándose de la energía de la respiración. El corazón no puede ser influenciado directamente. Por tanto, se usa la energía de la respiración como asidera, y a esto se le llama mantenimiento de la energía de la respiración concentrada.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .