Quienes concentraron toda su energía en una dirección cualquiera de investigación intelectual y abandonaron el

cuerpo físico sin calmar su sed de conocimientos, continúan persiguiendo su objeto con infalible persistencia, unidos por ese trabajo al mundo físico. Con frecuencia tales hombres son todavía escépticos en cuanto a las posibilidades superiores que les aguardan, retroceden ante la perspectiva de lo que les parece realmente una segunda muerte, la pérdida de la conciencia que precede al nacimiento del alma a la vida superior del cielo.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

Índice