Por esto debéis disciplinar todos vuestros cuerpos, el mental, el emocional y el físico, de
modo que cada cual tenga existencia independiente y sin embargo cooperen mutuamente. Así la mente podrá decir a las emociones: sentiréis tal y tal cosa y no pasaréis de ahí. Y la misma demanda pueden hacerle al cuerpo las emociones. Así sois tres diferentes seres, y en este conocimiento tenéis motivo de diversión y aventura. En vez de ser una persona sois tres separados seres, de suerte que tenéis el punto de vista de tres, el karma de tres, los intereses de tres y los placeres de tres. Así aprenderéis a ser parte del mundo, parte de todo el sistema, en vez de ser un individuo particular, de modo que os entrefundáis con vuestros tres seres en los innumerables millones de seres. Todos luchan en las mismas filas aunque se expresen de diversos modos. Y si podéis experimentar este placer, si podéis disciplinar estos tres seres, os libertaréis de muchos grilletes de vuestro karma; os veréis libres y podréis alejaros de todas las cosas y entrar y morar en este Reino. Ello os dará diferente comprensión, diferentes placeres y diferentes alientos de vida. Necesitáis probar las tristezas de la experiencia; necesitáis absorber, aprender, observar y hacer todas las cosas, y sin embargo libraros de los grilletes que entrañan. Sois el extremo observador que discierne, pesa, pondera y juzga; y si sois capaces de esto cada día, a cada hora y a cada instante, pero no con demasiada seriedad ni falta de humorismo, veréis abiertas las puertas de esta morada y podréis entrar, salir, sentaros y adorar en donde y cuando os plazca.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .