¿Por qué somos desobedientes? Si usted se formula esa pregunta en el momento de ser
desobediente, entonces tiene sentido, tiene significación. Pero cuando está enojado, por ejemplo, nunca se pregunta por qué está enojado, ¿verdad? Sólo después formula la pregunta. Habiendo estado enojado, dice: “¡Qué estúpido soy! No debería haberme enojado”. Mientras que si está alerta, atento en el momento del enojo y no lo condena, si está “en sus cabales” cuando el disturbio aparece en su mente, entonces verá con cuánta rapidez se desvanece. Los niños son desobedientes a cierta edad, y deben serlo, porque están llenos de entusiasmo y energía, llenos de vida, de bríos, y eso tiene que estallar de un modo u otro. Pero vea, éste es un problema realmente complejo, porque la desobediencia puede deberse a una mala alimentación, a falta de sueño, a un sentimiento de inseguridad, etc. Si todos esos factores involucrados no se comprenden correctamente, entonces la desobediencia de los niños se convierte en una rebelión dentro de la sociedad, y en esa rebelión no hay alivio para ellos. ¿Sabe usted qué son los niños “delincuentes”? Son niños que hacen toda clase de cosas terribles; se rebelan dentro de la prisión de la sociedad, porque jamás se los ha ayudado a comprender el problema total de la existencia. Son tan vitales, y algunos de ellos son extraordinariamente inteligentes; su rebelión es una manera de decir “Ayúdennos a comprender, a abrirnos paso por esta compulsión, por este terrible conformismo”. Por eso este problema es muy importante para el educador, quien necesita más educación que los niños.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .