En la obra de Proctor aparecen los astrónomos como destinados por la Providencia a topar

con toda suerte de curiosas coincidencias, porque entresaca muchos casos de los miles que pudiera citar. A esta lista podemos añadir el ejército de egiptólogos y arqueólogos favorecidos por la señora casualidad, que suele escoger a los “árabes complacientes” y otros caballeros orientales para representar el papel de genios benéficos en las dificultades con que tropiezan los orientalistas. Ebers fue uno de los recientemente favorecidos, y por otra parte se sabe que cuando Champollion necesitaba alguna malla en la cadena de sus investigaciones, no le era difícil encontrarla de singular e inesperada manera.

H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .

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