Cuando las energías del centro sacro, enfocadas hasta ahora en el trabajo de creación y

generación física, y por lo tanto origen del interés y la vida sexual, son sublimadas, reorientadas y ascendidas al centro laríngeo, el aspirante se convierte entonces en una fuerza consciente y creadora en los mundos superiores; traspasa el velo y empieza a crear el canon de las cosas que, oportunamente, traerán el nuevo cielo y la nueva tierra.

Alice A. Bailey . El Sexo .

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