Simplemente piensa: si tu cuerpo fuera a vivir eternamente, no vivirías en absoluto, porque tendrías
un infinito para posponerlo todo. «¿Por qué amar hoy si hay mañana? Y si el mañana es infinito, entonces ¿para qué molestarse? ¿Por qué bailar hoy? Ya veremos mañana.» Simplemente imagina: si tu vida corporal fuera a ser eterna, tu postergación se volvería eterna.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .