Ni siquiera hay que dar un solo paso más allá de ti mismo, porque Dios
ya está dentro de ti. Dios ya es lo que hay. Es tu centro más íntimo. Dios no está allá arriba, en alguna parte del cielo; Dios está dentro de ti, en algún lugar en el que los pensamientos ya no te molestan, en el que prevalece el silencio, en el que está presente la consciencia absolutamente no ocupada, sin reflejar nada. Entonces experimentas por primera vez tu propio sabor; entonces estás lleno de la fragancia de tu propio ser: florece la flor dorada.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .