Comprender la naturaleza de lo que somos, comprenderlo sin distorsión alguna, sin ningún prejuicio, sin

ningún tipo de reacciones ante lo que descubrimos que somos, es el principio de la austeridad. La observación, la percepción alerta de cada pensamiento, de cada sentimiento, sin refrenarlos, sin controlarlos, sino observándolos como observamos un pájaro que vuela, sin introducir en tal observación los propios prejuicios y distorsiones -ese observar da origen a un extraordinario sentido de austeridad que está mucho más allá de toda restricción, de todo el tonto engañarnos a nosotros mismos y de toda esta idea del mejoramiento propio, de la propia realización personal. Todo eso es más bien infantil. En este observar existe una gran libertad, y en ella reside el sentido de dignidad que hay en la austeridad. Pero si uno dijera todo esto a un moderno grupo de estudiantes o niños, ellos probablemente mirarían hacia afuera por la ventana llenos de aburrimiento, porque este mundo sólo está dispuesto a la persecución del propio placer.

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

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