Así dijo en su dolor: «¿por qué se han levantado las naciones con mucho ruido

y han formado los pueblos vanos proyectos? Los reyes de la tierra se han opuesto y los príncipes se han unido contra el Señor y contra su Cristo. Rom- pamos, dicen, sus vínculos y echemos lejos de nosotros su yugo. El que mora en los cielos se reirá de ellos y el Señor se burlará. Les hablara en su cólera y los llenará de problemas y de furor. Pero yo he sido instituido por Él rey de Sión, su montaña santa, para anunciar sus preceptos. El Señor me ha dicho: eres mi hijo y te he engendrado hoy. Pídeme y te daré las naciones como herencia y extenderé tus posesiones hasta los confines de la tierra. Las gober- narás con vara de hierro y las romperás como una vasija de barro. Y vosotros, reyes, abrid vuestro corazón a la inteligencia: recibid las instrucciones, voso- tros que juzgáis la tierra».

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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