Se podría decir, por encima de todo, que son estas dos expresiones diferentes de una

misma verdad, con la condición de añadir, bien entendido, que estas expresiones corresponden a dos aspectos o a dos puntos de vista que ellos mismos son realmente diferentes; pero entonces puede uno preguntarse, si aquella de estas dos expresiones que es la más completa y la más profunda no sería plenamente suficiente, y cuál es la razón de ser de la otra. Es, primeramente y de una manera general, la razón de ser misma de todo punto de vista exotérico, en tanto que formulación de verdades Tradicionales limitada a lo que es a la vez indispensable y accesible a todos los hombres sin distinción. Por otra parte, en lo que concierne al caso especial de que se trata, puede haber ahí motivos de «oportunidad», en cierto modo, particulares a algunas formas Tradicionales, en razón de las circunstancias contingentes a las cuales deben ser adaptadas, y que requieren una puesta en guardia expresa contra una concepción del origen de la manifestación en modo «demiúrgico», cuando es que una semejante precaución sería enteramente inútil en otras partes. Sin embargo, cuando se observa que la idea de creación es estrictamente solidaria del punto de vista propiamente religioso, uno puede ser conducido por ahí a pensar que debe haber en eso otra cosa todavía; es lo que nos queda por examinar ahora, ello, inclusive si no nos es posible entrar en todos los desarrollos a los cuales este lado de la cuestión podría dar lugar.

Ariza Francisco . Apercepciones sobre el esoterismo islámico y el Taoísmo .

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