Esto es solo una parábola, enormemente significativa. No pienses que es historia, de lo contrario

no lo entenderás. No hay puerta, ni ángeles, ni guirnaldas, ni música celestial. Y Buda, en el momento en que se iluminó, desapareció; ¿cómo va a estar parado dándole la espalda a la puerta?, ¿quién hay ahí para estar parado? Pero el principio es: la energía que Buda liberó en la existencia aún está funcionando; esa energía todavía está asequible para los que están realmente buscando. La energía sigue y sigue operando, y seguirá operando eternamente. Jesús ya no está, pero su consciencia crística ha entrado en la nueva esfera. Mahavira ya no está, pero su consciencia ha entrado en esta vida oceánica. Estas personas se han vuelto parte de la existencia; vibran. Ése es el significado de la parábola: todavía te provocan, y si estás listo para recibir su mensaje, todavía están listos para llevarte a la otra orilla. En el momento en que muere un Maestro se vuelve parte de esa energía infinita a la que se ha integrado Buda, se ha integrado Mahavira, Zaratustra, Lao Tse, Jesús, Mahoma. Cuando muere un Maestro, más energía es redimida... y se está convirtiendo en una ola gigantesca. Han existido tantas personas iluminadas que se está convirtiendo en una ola gigantesca continua. Eres afortunado: si realmente anhelas, si realmente deseas, esta ola puede llevarte a la otra orilla. Mantén esto en lo más hondo de tu corazón: no estés satisfecho con pequeñas cosas. Suceden muchas cosas en el Camino; suceden muchas cosas milagrosas en el camino, pero no estés satisfecho con cualquier cosa. Recuerda, tienes que volverte una consciencia crística, un boddhisattva; menos que eso no te va a contentar. Esto es el descontento divino.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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