Esto es importante porque estamos muy condicionados para mirar la vida en forma fragmentaria. Y

mientras continúe esta fragmentación, existirá la demanda de realización el “yo” deseando realizar, lograr, competir, ser ambicioso. Es esa fragmentación de la vida lo que nos hace individual y colectivamente egocéntricos y necesitados de identificarnos con algo más grande mientras permanecemos separados. Es esta profunda división en la conciencia, en la estructura y naturaleza total de nuestro ser, la que causa división en nuestras actividades, en nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Así dividimos la vida y esas cosas que llamamos amar y morir.

Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .

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