Cuando estás sano, feliz, tus padres no te prestan la menor atención; no hay necesidad.

Pero cuando estás enfermo, pasándolo mal, llorando, gimiendo, toda la familia está atenta a tus necesidades, como si hubieras creado una especie de emergencia. Dejan todas sus labores: la madre viene corriendo desde la cocina, el padre deja el periódico, y todo el mundo se centra en ti. Le da una gran satisfacción a tu ego. Y poco a poco aprendes los métodos del ego: permanece infeliz y la gente te prestará atención; permanece infeliz y simpatizarán contigo, te tendrán lástima. Y cuando estás disfrutando, nadie simpatiza contigo. Por eso la gente le tiene tanto respeto a los ascetas. Alguien está ayunando y la gente dice: «Mira, ¡qué gran santo!» Simplemente está pasándolo mal. Si estás festejando, nadie va a simpatizar contigo, pero ayuna y la gente simpatiza.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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