De esta manera se deja la puerta abierta para el flujo constante de la presencia

interior que transformará tu mundo, te impedirá el contacto con la desarmonía y hará que la paz y la armonía se hagan en todo contacto exterior. No importa cuál sea la manifestación dentro o fuera del cuerpo; el estudiante debe adoptar la firme determinación de que su cuerpo es el Templo del Altísimo.

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

Índice