Que vuestra pasión más activa sea avanzar así por el reino de la luz en
todo vuestro ser, para que quede descubierto lo que todavía está oculto en vosotros y que, por vosotros, se descubra después lo que está oculto en Dios y en el universo, pues está escrito: a cualquiera que me confiese y me reconozca ante los hombres (empezando por todo lo que hay en vuestro interior), yo lo reco- noceré también ante mi padre que está en el cielo y a cualquiera que me nie- gue ante los hombres, yo lo negaré ante mi padre que está en el cielo. Pensad que este padre y este cielo están en vosotros y que cada día de vuestra vida estas palabras pueden tener para vosotros su realización. Tened mucho cuida- do de no debilitar vuestra obra por desidia, por consideraciones inferiores y por falta de confianza en quien debéis reconocer en todos los puntos de las facultades que os constituyen. Se ha dicho: El que no coge su cruz y no me sigue no es digno de mí; el que conserva su vida la perderá y el que pierde su vida por amor a mí la conservará, porque los sufrimientos, los trabajos y las aflicciones son esa comprensión violenta que es la única por la que puede manifestarse por todas partes la substancia divina que hay en vosotros y que no puede salir y darse a conocer nada más que por una contracción sana.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .