Pero antes de abordar los aspectos teológicos del Geocosmos es necesario indagar en la llamada

"filosofía oculta" de Kircher. Por debajo de las ideas "científicas", perviven y fluyen muchas representaciones mentales heredadas de la filosofía tradicional, sobre todo del neoplatonismo y del aristotelismo. Es la "epistemología oculta" de que hablan muchos autores [BACHELARD, 1938; ALTHUSSER, 1975; SEQUEIROS, 1999]. Pero cuál es el contexto filosófico en el que se mueve Kircher? )Qué corrientes filosóficas imperaban en la Italia del siglo XVII, en el Colegio Romano y en la mente de Kircher? Si es característico de los filósofos del Renacimiento el afán por explorar nuevos caminos distanciándose de la filosofía tradicional medieval de herencia tomista, en los siglos XVII y XVIII domina el deseo de construir grandes síntesis del pensamiento racional humano. Los nombres de Renato Descartes (1596-1650), de Baruch Spinoza (1632-1677) y de Leibniz (1646-1716) e incluso los de Hobbes (1588-1676), de John Locke (1632-1704) y el de David Hume (1711-1776) representan, según los autores [HIRSCHBERGER, 1974], suntuosos edificios de nueva planta que, al igual que los museos, ofrecen al que traspasa sus umbrales, todo un mundo de elementos cuidadosamente organizado con orden y plan. Cada uno con su diseño enteramente particular, rebelde a un encuadramiento en los forzados esquemas del historiador de la filosofía. Pero si los miramos en sus líneas generales, podremos distinguir dos estilos principales de construcción: el del racionalismo y el del empirismo. Pero estas grandes corrientes filosóficas, que en los años de Kircher se iban iniciando y que alcanzarán su cima en la segunda mitad del siglo XVII y en el siglo XVIII. El desarrollo de la filosofía en el Colegio Romano seguía las pautas de la Ratio Studiorum. Según esta, los estudios filosóficos se basaban fundamentalmente en la Lógica (que seguía, en principio, el Organon de Aristóteles, enriquecido por los comentarios posteriores), la Metafísica (basada también en Aristóteles, pero igualmente enriquecida por la escolástica medieval) y que los jesuitas solían dividir en Metafísica del Ser u Ontología y Metafísica de Dios, (que recibía el nombre de Theologia Naturalis y, posteriormente, siguiendo la terminología de Leibniz, Teodicea), la Ética o Moral Natural, basada igualmente en Aristóteles y la escolástica, y, finalmente la Cosmología o reflexión filosófica sobre los seres sensibles, la realidad material o creada. Esta será el fundamento conceptual de sus futuras construcciones científicas. Dada la importancia que tendrá ésta en el pensamiento de Kircher le dedicaremos un poco más de espacio. La Cosmología en el Colegio Romano, si bien se conformaba al modus Parisiensis clásico, formada por los tratados de Coelo, el De Mundo, y los Meteorológicos, interpretados según el modo de Coimbra donde la autoridad era el granadino padre Francisco Suárez que permitían incorporar en los estudios de los jesuitas las nociones científicas más modernas de su época así como las corrientes del humanismo europeo. Téngase en cuenta que en los primeros años del siglo XVIII, Galileo tenía amplios contactos con los jesuitas del famoso Colegio Romano.

Athanasius Kircher . El Geocosmos .

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