Aunque no tengáis grandes aptitudes ni mucha inteligencia ni seáis muy devotos y

enérgicos, podréis al menos ofrecer un carácter formado, una definida acción, una flor cultivada en vuestro jardín y que hayáis mantenido viva entre las tribulaciones.

Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .

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