No está diciendo nada, no se está declarando Dios. Simplemente está diciendo que no hay
Dios y no hay devoto; solo hay uno. Puedes llamarlo devoto en cierta situación, puedes llamarlo Dios en otra situación. Por eso dice: «Yo y mi Padre somos uno. Si miras mi cuerpo, soy el hijo; si miras mi alma, soy el padre. Si miras mi forma, soy un hombre, el hijo del hombre; si miras mi esencia, soy el hijo de Dios.» Por eso sigue repitiéndolo una y otra vez. A veces dice: «Soy el hijo del hombre», y a veces dice: «Soy el hijo de Dios.» Parece contradictorio; no lo es.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .