Admirará la fe del centurión cuando lo oiga decir: «no soy digno de que entres
en mi casa, di una sola palabra y mi siervo sanará, porque, aunque yo no soy más que un hombre sometido a los demás, como tengo soldados a mi cargo, digo a uno ve y va y a otro, ven, y viene, y a mi siervo, haz esto, y lo hace».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .