Repite en muchas circunstancias que «No hay nada oculto que no me sea revelado» (cuan

diferente es este aspecto al que imponen los «ocultistas» al no permitir que se revelen sus cánones). Esta afirmación es muy necesaria. Tampoco olvides que frente a lo que hagan los terceros, la salvaguardia es llenarlos de Amor Divino (Llama Violeta, Rosa, etc.). Cuando la gente trata de gozar haciendo alguna maldad e injusticia a otro, no lo logran, pues siempre pierden alguna facultad por medio de la cual la hubiera podido gozar.

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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