Un periodista parece ser realmente imaginativo. Escribe que llegó al portón del ashram muy temprano,

a las cinco y media de la mañana. Llamó a la puerta. Abrió la puerta una gran belleza, una rubia —¡a las cinco y media!— y le dio la bienvenida con una manzana, o algo parecido a una manzana. Dijo: «No sé qué fruta era. Ella me dio la fruta y dijo: "Eres bienvenido en el Jardín del Maestro. ¡Entra!" Y yo le pregunté: "¿Qué es esta manzana?", y ella dijo: "Cómela. Te dará energía sexual".» Ahora los taxistas preguntan: «¿Hay ese tipo de frutos en el jardín? Queremos ir.» ¡Quién no querría venir! Dejad que esa gente trabaje. Están ayudando a mi trabajo. No hay nada de lo que preocuparse. ¡Yo siempre me regocijo!.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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