¿Saben?, es realmente muy importante que, mientras son jóvenes, vivan en un ambiente donde no
exista el temor. Casi todos nosotros, a medida que envejecemos, nos volvemos temerosos de vivir, de perder un empleo; temerosos de la tradición, de lo que pueda decir de nosotros el vecino, o nuestra esposa o marido, temerosos de la muerte. La mayoría de nosotros tiene miedo, en una forma u otra; y donde hay miedo no hay inteligencia. Y, ¿no es posible para todos nosotros, mientras somos jóvenes, estar en un ambiente donde no haya temor sino más bien una atmósfera de libertad, libertad no sólo para hacer lo que nos plazca, sino para comprender todo el proceso del vivir? La vida es realmente muy bella, no es la cosa fea en que la hemos convertido; y sólo podremos apreciar su riqueza, su profundidad, su extraordinaria belleza, cuando nos rebelemos contra todo contra la religión organizada, contra la tradición, contra la presente sociedad corrupta- de modo que, como seres humanos, podamos descubrir por nosotros mismos lo que es verdadero. No imitar, sino descubrir, eso es la educación, ¿no es así? Es muy fácil ajustarse a lo que les dicen sus padres, sus maestros o la sociedad. Es una manera segura y cómoda de vivir; pero eso no es vivir, porque en eso hay temor, deterioro, muerte. Vivir es descubrir por uno mismo aquello que es verdadero, y uno puede hacer eso únicamente cuando hay libertad, cuando existe una constante revolución interna. Pero a ustedes no se les alienta para que hagan esto; nadie les dice que cuestionen, que descubran por sí mismos qué es Dios, porque si se rebelaran se volverían un peligro para todo lo que es falso. Sus padres y la sociedad desean que vivan seguros, y también ustedes desean vivir sin riesgo alguno. Vivir así significa generalmente vivir en la imitación y, por tanto, en el temor. Y el sentido de la educación es, ciertamente, el de ayudarnos a cada uno de nosotros a que vivamos libremente y sin temor. Y para crear una atmósfera en la que no exista el temor, se requiere de muchísima reflexión, tanto de parte de ustedes como del maestro, del educador.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .