Tan sólo podréis entrar en este Reino si vivís noblemente; sólo podréis llegar a ser
ciudadanos de este Reino si lucháis contra la mezquindad, contra el espíritu de exclusión. Por lo mismo habéis de tener la mente limpia y clara de modo que abarque todas las cosas, porque si tenéis limpia y clara la mente, también tendréis nobles y dichosas emociones, mientras que si sois exclusivistas y deseáis cerrar la puerta a los demás porque os figuráis que son diferentes (lo cual no es más que la afirmación del yo inferior) entonces no entraréis en el Reino de la Felicidad. Si conocéis a alguien que sufra, que pase por una angustiosa vicisitud y que esté en lucha, la única sombra que puede descansar, el único consuelo que le podéis dar es la Felicidad que vosotros habéis gustado, el deleite que habéis fruído al hallar las cosas eternas.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .