Parece por tanto existir en diferente niveles culturales (índice de gran antigüedad) un lazo íntimo
entre el arte del herrero, las ciencias ocultas (chamanismo, magia, curación, etc.) y el arte de la canción, de la danza y de la poesía. Estas técnicas solidarias parecen además transmitirse en una atmósfera impregnada de sacralidad y misterio y comportan iniciaciones, rituales específicos, «secretos de profesión». Nos hallamos muy lejos de penetrar todas las articulaciones y todos los aspectos de este complejo ritual y no cabe duda de que algunos de ellos permanecerán para siempre herméticos ante nosotros. Los grupos de mitos y rituales metalúrgicos a que hemos pasado revista nos bastan para darnos una idea de su extrema complejidad y dejarnos entrever las variadas concepciones del mundo que implican. Sin embargo, hay un elemento que aparece constante: es la sacralidad del metal y, por consiguiente, el carácter ambivalente, excéntrico, misterioso de todo trabajo de minero y metalúrgico. Como ya hemos indicado, algunos temas mitológicos de las eras líticas anteriores han sido integrados en las mitologías de la edad de los metales. Sobre todo resulta significativo que el simbolismo de la «piedra de rayo», que asimilaba los proyectiles, armas arrojadizas líticas, al rayo, haya obtenido gran desarrollo en las mitologías metalúrgicas. Las armas que los Dioses Herreros o los Herreros divinos forjan para los Dioses uranianos son el rayo y el relámpago. Este es, por ejemplo, el caso de las armas presentadas por Tvashtri a Indra. Los garrotes de Nimurta se llaman «aplasta-mundo» y «machaca-mundo», y también se asimilan al rayo y al relámpago. Asimismo, el relámpago y el rayo son las «armas» de Zeus, y el martillo (mjólnir) de Thor es el rayo. Los garrotes «saltan» de la mano de Baal, pues Koshar le ha forjado armas que pueden ser proyectadas a puntos más alejados (Gaster, op. cit., p. 158). Zeus lanza a lo lejos su rayo.
Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .