Si me habéis escuchado con verdadero interés, creo que debe haber alboreado en vosotros y
os debéis haber dado cuenta de que para entrar en esta mansión de Felicidad debéis estar libres de todo cuanto aprisiona y que os mantiene apegados a la tierra, a las tristezas, a los placeres y a las diversas agitaciones; y que evitar todo ello y quedar libres significa alcanzar la iluminación, el Nirvana, obedecer la única Ley, y entrar en el único y absoluto Reino de la Felicidad. También significa que habéis de estar libres de karma; significa que en el pasado, sobre el que ya no tenéis dominio alguno, habéis cometido errores y lo que se llaman pecados y habéis hecho juicios equivocados, que trajeron en consecuencia los entorpecimientos y aflicciones que siempre entraña el karma. Pero sobre el presente y el futuro tenéis dominio; podéis regir el futuro por el presente y eliminar así la ilusión de tiempo y espacio. Los que tratáis de comprender y os esforzáis en llegar a esta mansión y en ser parte de este Reino donde mora la eterna Felicidad. Debéis saber que ni en el presente ni en el porvenir debéis acumular más karma ni levantar nuevas barreras entre vosotros y vuestra meta. Esto significa que debéis vigilar, que debéis tener plenitud de recordación propia, que os habéis de examinar solemne y gozosamente de modo que cualesquiera que sean vuestras emociones, pensamientos y obras no puedan en modo alguno impediros entrar en este Reino. Las puertas de este Reino no están cerradas, porque no tiene en realidad puertas ni barreras; vosotros fabricáis las barreras, las puertas y el portero. Unicamente podéis regular el karma por cuidadoso pensamiento, por introversión, por examen de las menudencias de la vida, de todos vuestros pensamientos, de las dichas y placeres de vuestra vida cotidiana.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .