Éste es, pues, el modo de vida que hemos aceptado. Es lo que está ocurriendo

con nosotros de la mañana a la noche y también durante la noche. Así que la totalidad de la conciencia es mecánica en el sentido de que es un movimiento, una actividad constante dentro de los límites del placer y el dolor. Para ir más allá de estos límites el hombre ha intentado muchas vías diferentes. Pero pronto de reduce todo a la monotonía del hábito y el placer; y si uno dispone de energía, se vuelve exteriormente muy activo. Ahora bien, todo el sentido de esto es ver, de hecho, no verbalmente, qué es lo que de verdad ocurre. Ver no verbalmente significa ver sin el observador, porque el observador es la esencia del hábito y la contradicción, que son memoria. De modo que el ver jamás es habitual, porque el ver no se acumula. Cuando vemos desde la acumulación, vemos a través de los hábitos. Por lo tanto, el ver es acción sin hábito.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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