Se enseña que las encarnaciones o manvántaras de una misma cadena se subdividen también en

siete períodos. Una oleada de vida procedente del Logos planetario recorre la cadena por completo, y siete de estas grandes oleadas de vida sucesivas –siete rondas, como se las llama técnicamente –constituyen un manvántara. Así, durante un manvántara, cada globo tiene siete períodos de actividad, en los que cada uno de ellos, a su vez, cumple la evolución.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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