La oración es la manera suprema de desechar todas las personalidades: cristiana, hindú, jaina, budista,
india, alemana, inglesa. La oración es la manera de poner de lado toda la parafernalia de la personalidad y simplemente ser, puro, inocente. En esa pureza e inocencia empiezas a hacer una reverencia. Puede que no creas en Dios. No hay necesidad de creer en Dios; un creyente tampoco es una persona religiosa. Pero cuando estás absolutamente desnudo en tu esencia, cuando has desechado toda la ropa —has desechado todo lo que te han dado, te has desconectado de lo aprendido, de todo lo que has aprendido, lo enseñado, lo cultivado—, de pronto estás en tu claridad prístina, como lo estabas antes de tu nacimiento. Tu rostro original está ahí. Es tan fresco como las gotas de rocío por la mañana temprano, tan brillante como las estrellas por la noche, con la grandeza de las flores y los árboles, y con toda la simplicidad e inocencia de los niños, los animales, los pájaros.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .